Jesucristo se encuentra de pie, vestido de blanco sobre el mundo. Con su mano derecha bendice, mientas que con la izquierda señala su pecho donde está su corazón, rodeado por resplandor dorado, con corona de espinas, en su parte superior unas llamas y una cruz latina. Su cabello, barbas y bigote son castaño claro y rizado. Lleva además, aureola dorada de metal. Esta devoción fue promovida por Santa Margarita María Alacoque en el Siglo XVII; sin embargo, su difusión se dió al finalizar el Siglo XIX, cuando el Papa León XIII consagró el mundo al Sagrado Corazón de Jesús. En este caso, el corazón de Jesús es símbolo del amor de Dios a la humanidad.
Diccionario Enciclopédico Espasa, T. 7, 1979, pp. 398.