Pintura que representa a un religioso de pie, joven, imberbe, con amplia tonsura monacal. Viste túnica y escapulario blancos, muceta y manto negros. Lleva también un rosario colgando al frente. Tiene grandes alas abiertas. En su mano izquierda sostiene un libro y una trompeta. Su brazo derecho está en alto y con el dedo índice señala al cielo. A sus pies está, de rodillas, una mujer, cubierta con un velo negro y con las manos juntas a la altura del pecho, en actitud de orar. Abajo se lee una inscripción que dice: Vos Estis Lux Mundi.
VICENTE FERRER - Ingresó a la Orden de Predicadores y pronto se hizo famoso por sus elocuentes y conmovedores sermones. Su tema favorito fueron los novísimos; las conversiones innumerables y famosos sus milagros.
Viste hábito de su orden: túnica y escapulario blancos, cinturón de cuero, manto superior y muceta negros.
Para indicar la eficiencia de su predicación, tiene un libro abierto. Su atributo personal en el S. XV es la imagen de Jesucristo en un disco que el Santo sostiene o indica con el dedo. Desde el Renacimiento tiene una trompeta (símbolo de los novísimos).
ROIG, F. Iconografía de los Santos, 1950, p.p. 268.
..."En Salamanca convirtió San Vicente a muchos Judíos; ahí fue donde, en un ardiente sermón al aire libre sobre su tema favorito, San Vicente declaró que él era el Angel del juicio predicho por San Juan (Apoc. XIV, 6)... sus palabras significaban que él se consideraba como Heraldo de Dios para anunciar la proximidad del fin del mundo..."
BUTLER, A. Vidas de los Santos de Butler, 1964, T. II, p.p. 33.
