Escultura que representa a un hombre, joven, imberbe con tonsura monacal. Está de pie y calza sandalias. No tiene atributos propios que permitan identificarlo. Localmente se le venera como San Antonio.
El Niño no pertenece al santo; parece estar sentado, con los brazos abiertos. Su rostro mira levemente hacia arriba. Tiene ojos de cristal y pestañas de pelo natural.