Crucifijo de metal plateado, repujado, ornamentado en su totalidad con un diseño floral muy estilizado. Bordeado todo con un festón. Al centro, y a una escala muy pequeña en comparación del conjunto, aparece Cristo, muerto; su cabeza y parte de su torso, coinciden con un círculo en el que se inscribe la figura estilizada de una flor de Liz (cross potent) considerada como "emblema de la iluminación y atributo del Señor". (1).
J.E. Ciriot.
(1) Diccionario de símbolos, 1978, p. 279
CRUZ: "Establece la relación primaria entre el mundo terrestre y celeste". 'Símbolo perfecto del amor de Dios hacia el hombre. Expresado en el sacrificio de su Hijo por los pecados del mundo. Símbolo de la redención del Género Humano, de la Gloria y del triunfo de la Fé cristiana' (2)
(2) J.A. Pérez R.
Diccionario de Símbolos y Mitos, 1971, p. 147