Escultura de un hombre de pie, con amplia tonsura. Viste el hábito pardo de la orden franciscana y cíngulo dorado. Lleva aureola calada y de metal. De su hábito le sale la punta de los dedos del pie derecho. Su mano derecha tiene una posición tal que indica que estaba sosteniendo algo, en la otra lleva a un niño, recientemente engalanado con vestimentas de tela blanca y zapatitos tejidos con estambre o hilaza blanca. El niño lleva corona real en metal dorado. Se trata de la representación de San Antonio de Padua, santo de la orden franciscana al que se le representa cargando al Niño Jesús.