Crucifijo de madera, con base cuadrada sobre la que se depositan otros tres cuerpos con igual forma geométrica, pero de menores dimensiones, de este pedestal sale una cruz latina pintada de azul, en cuyo cabezal se ve un letrero: Jesús Nazareno Rey de los Judíos (Jn. 19, 19). Jesús está con los brazos abiertos, clavado de manos y pies. Su cuerpo presenta manchas y escurrimientos de sangre. Se aprecia la herida del costado. Su cabeza ligeramente inclinada hacia un lado y al frente, tiene cabello largo, barbas y bigotes cafés. Sus ojos están cerrados. Sobre su cabeza lleva un resplandor en metal plateado.