El santo jesuita está representado con llamas que salen de su pecho en un recuerdo de su fervorosa oratoria y predicación.- Está vestido con capa de peregrino y porta el cayado propio del caminante con "un guaje" para el agua colgando de él, lo que nos indica la presencia de un pintor localista.
Presenta pérdida de policromía en la esquina superior y oxidación del barniz que ha hecho el cuadro obscuro.
Observaciones del bien mueble
SE GUARDA EN UN MARCO DEL S. XIX DE EXCELENTE CALIDAD. EL LIENZO TIENE HUELLAS DE UNA RASGADURA QUE LE FUE RESTAURADA.