El personaje retratado lleva investidura obispal, muceta rojo claro, pintado con grandes pinceladas claras que intentan dar la textura y el brillo de la tela. Una gran cruz cae sobre su pecho. Es evidente que el artista trabajó frente al retratado, de quien logra una buena descripción física y un agudo boceto de personalidad, logrado con pequeños y rápidos trazos que marcan el ceño, las cejas levantadas, la boca cerrada en gesto imperativo.
Observaciones del bien mueble
Este retrato no tiene identificación. Por su tamaño y forma difiere de todos los demás que se hallan en la sala.