Piezas de bronce dorado empotradas en las columnas del templo, debajo de los cuadros de consagración. Cada pieza está compuesta de un brazo para una sola luz formando volutas con motivos fitomorfos. Se llama así a los soportes para lámparas, fijos o giratorios, aplicados sobre superficies verticales, columnas o pilastras. Se usaban para velas y antorchas aunque en la actualidad utilizan mecheros de gas o electricidad. Al extremo libre de ramajes metálicos y estructuras, también metálicas, a modo de ménsula, van las espigas y los tubos, los mecheros de gas y los globos cuya función es la de repartir por igual la luz y desvanecer las sombras. Los brazos se sujetan a la pared con una hembrilla y una alcayata o mediante rosetas en forma de disco o placas. Estos soportes se utilizan para una o varias luces.