Escultura que en la actualidad porta un vestido de tela de manufactura moderna y una corona de plata repujada, aunque n o es una escultura para ser vestida. Se trata de la representación de la Virgen María en su advocación de la Inmaculada Concepción. Tiene la mirada hacia abajo y las palmas de las manos juntas, indicando que se encuentra rezando. La base sobre la cual está apoyada es de planta hexagonal, cubierta con hoja de oro repintada, en la parte superior encontramos una esfera azul cubierta con estrellas doradas, alrededor de la cual se observa una serpiente y el rostro de Satanás, así como nubes de las que sobresalen diez querubines cuyas alas están decoradas originalmente con hoja de oro y ahora se aprecian repintadas con purpurinas. San Juan Evangelista describe que: La mujer va envuelta en sol, con la luna a sus pies y una corona de doce estrellas sobre la cabeza, está encinta... y un dragón de siete cabezas amenaza con devorar al niño que esta por nacer" (Juan: 12, 1-4). La descripción es tomada por la iglesia como la iconografía de la Inmaculada Concepción, al parecer en España en el siglo XVI.