Se trata de un baldaquino portátil realizado en madera cubierta con hoja de oro. Está compuesto por cuatro columnas estriadas que sostienen una cúpula de la cual cuelgan pequeños cortinajes de terciopelo rojo. Se llama baldaquino o baldaquín a la tela de seda que forma un palio, dosel o pabellón sobre el altar. Su nombre proviene de la palabra Baldac, antiguo nombre de Bagdad, Irak, de donde provenía el tejido de seda que se utilizaba para bordarlo. El baldaquino es de tela y está fijo sobre el altar, resaltando su importancia y su centralidad en el espacio de la iglesia. Es a veces portátil, como el palio utilizado para la procesión del Santísimo.