Retablo barroco que consta de un cuerpo y remate de medio punto que se adapta a la forma de la bóveda. En la parte central del primer cuerpo hay una vitrina que contiene una escultura elaborada en madera que representa a Cristo sangrante arrodillado, en este mismo cuerpo, en las calles laterales observamos peanas destinadas probablemente a esculturas pero en su lugar se observan unos jarrones. En el remate, en la parte central se aprecia una pintura de manufactura moderna representación del Padre Eterno, en los extremos izquierdo y derecho del remate se aprecian dos pinturas de gran formato, una de las cuales es moderna. El retablo tiene cuatro pequeños nichos donde posiblemente se guardaban reliquias, dos en la predela y dos en el remate bajo las pinturas.
