Imagen principal
Clave del bien mueble
MX-SC-DGSMPC-BM-000408-000029-000
Número de Cédula
29
Tipo de objeto (texto)
Pintura
Tipo de objeto
Nombre o título del objeto
Segunda Aparición de la Virgen de Guadalupe a Juan Diego
Inmueble de pertenencia
Nombre del Inmueble
Capuchinas
Estudio Monográfico
Nombre del Inmueble
Capuchinas
Autor
Anónimo
Época
S. XVIII
Siglo de creación
Descripción del bien mueble
En la parte superior derecha de la obra se puede ver la representación de la Virgen de Guadalupe, sus manos juntas al frente a la altura del pecho, su rostro inclinado ligeramente hacia la derecha con los ojos cerrados, lleva una túnica alizarina ricamente decorada con aplicaciones de hoja de oro y en cuello y puños de piel un manto azul son filos dorados y estrellas. Está coronada y rodeada por rayos dorados y nubes, posada sobre una luna en cuarto menguante sostenida por un ángel, con alas y brazos abiertos tomando con sus manos los extremos de la vestimenta de la Virgen.
En la parte inferior izquierda de la obra se puede ver a Juan Diego de pie con el cuerpo girado sobre su derecha, con las manos al frente, con la derecha sosteniendo un sombrero. Su vestimenta blanca y azul y con una tilma blanca amarrada al cuello, que le cubre la espalda. En la parte derecha se puede ver un árbol seco arriba del cual, entre nubes está la Virgen.
.Juan Diego cumplió fielmente con el encargo de Nuestra Señora.Como es fácil de suponer, el Señor obispo no dio crédito a las palabras del indio."Otra vez vendrás hijo mío, le dijo, y te oiré más despacio y examinaré las intenciones con que has venido".
El buen hombre regresó a donde Nuestra Señora, triste y desconsolado, y dio cuenta de su fracaso.Por tanto le rogó que se dignase, a enviar otros mensajeros de mayores prendas que él.Pero Nuestra Señora no accedió a la petición del humilde neófito, antes bien le mandó estrechamente que llegase de nueva cuenta su mensaje al Señor obispo.
Juan Diego obedeció y al día siguiente, domingo, visitó de nueva cuenta al prelado.
Éste el considerar la porfía del indio le pidió una señal que lo acreditase; y mandó a dos criados suyos que le siguieran la pista para informarse de su procedencia, vivienda y costumbres.
El descorazonado mensajero, más triste que nunca, regresó la tarde de ese mismo domingo ante la Virgen.Sus seguidores le perdieron la pista y hubieron de volverse a la presencia del prelado,contrariados y pensando muy mal del indio.Éste expuso a la Señora del cielo su segundo fracaso y a la vez la petición de una señal exigida por el obispo.
Accedió la Misericordiosa Señora a dársela, pero hasta el día siguiente, 11 de Diciembre.Pero ese lunes no regresó el indio, porque un tío suyo de nombre Juan Bernardino había enfermado gravemente y hubo de asistirlo.El martes muy de mañana, Juan Diego se encaminó a la Parroquia de Santiago en busca de un sacerdote que auxiliara a su tío y de seguro a otros muchos enfermos, pues se trataba nada menos que de la epidemia del cocoliztli, que hacía innumerables víctimas.
Para rehuir el encuentro con Nuestra Señora el buen indiecito no tomó el camino acostumbrado a través del Tepeyac,sino otro un tanto desviado del primero hacia el oriente.Pero en vano, su infantil ardid resultó inútil. Amorosamente le salió al encuentro la Santísima Virgen, aceptó sus tartamudeantes excusas por no haberse presentado el día anterior según lo convenido.La Virgen lo tranquilizó, le aseguró que su tío Juan Bernardino, estaba ya bueno y sano,y mandó a Juan Diego que subiera a la cima del montecillo y recogiera allí las flores que hallase.
Observaciones del bien mueble
La obra presenta oxidación dispareja de la capa de protección, que la altera cromáticamente. Al parecer se trata de un fragmento de una obra de mayores dimensiones.
Materiales constitutivos
Lienzo, Pigmentos al óleo
Técnica de manufactura
Óleo sobre lienzo
Alto 1
0.55
Ancho 1
0.44
Profundidad 1
0