La Escultura De San José Muestra A Un Hombre Joven, Barbado, Que Sostienen Entre Sus Brazos A Un Niño, Mientras Debajo Del Otro Trae Una Vara Florecida. El Pelo Y La Barba Son Muy Oscuros, Y La Juventud Del Personaje, Se Alejan Un Poco De La Imagen Tradicional Del Santo. La Posición Del Niño Está Un Tanto Forzada, Pues El Torso Se Da Vuelta En Su Eje, Abriendo Los Brazos, Lo Que Hace Sentir Una Sensación De Falta De Equilibrio. Sin Embargo, La Posición, Así Como Las Miradas Del Padre Y Del Hijo, Permiten Suponer Que La Imagen Fue Hecha Para Ser Colocada En Un Lugar Alto. El Tamaño De La Escultura También Apoya Esta Suposición.