Representa A Nuestra Señora De Los Dolores, Sentada, Rodeada De Los Símbolos Pasionarios, Junto A Ella Está Una Mesa Cubierta Con Un Mantel Sobre La Que Se Encuentra Un Cáliz. En La Esquina Inferior Izquierda Está La Mano De Malco, Los Dados Y La Cartela Con El Texto Inri Unida A Un Trozo De Madera; En La Parte Central Adivinamos Los Clavos Y En El Extremo Derecho La Corona De Espinas.
La Pintura Está Tan Dañada Que Apenas Alcanzamos A Distinguir El Manto De Jesús Sobre Las Rodillas De La Virgen Así Como El Látigo Espinoso.
El Rostro De La Dolorosa Es Sereno, Viste De Rojo Con Manto Negro Y Toca Blanca Similar A La Que Usan Las Monjas Catalinas. Levanta La Vista Hacia Arriba Y Une Las Manos A Su Lado Izquierdo Sobre El Corazón; Encima De Ellas Vemos Clavada En Su Pecho La Espada, Símbolo Del Texto Bíblico En Que El Ángel Le Anuncia Que Una Daga Le Partirá El Corazón.
Alrededor De Su Cabeza Se Ve Un Halo De Claridad Y Una Fina Aureola; El Fondo Es Obscuro Y Sin Ninguna Decoración, Destacando La Figura De Trazo Popular Y Escasa Belleza, No Obstante El Cáliz Y La Espada Denotan Buena Calidad Pictórica; A Pesar De Que Las Manos Están Deficientemente Trazadas Y Son Muy Pequeñas Respecto Al Cuerpo.
La Temática Lo Convierte En Una Pieza Relevante Por El Alto Simbolismo Que Encierra Y La Libertad Iconográfica Representada.
El Fuerte Deterioro No Permite Apreciarlo Claramente.
Llama La Atención El Color Rojo De Su Vestimenta Poco Usual En Una Dolorosa.
Carece De Marco Y La Tela Ha Perdido Su Tensado, Se Observan Oquedades Y Pérdida Del Pigmento Provocados En Gran Parte Por Chorreaduras Que Llegaron A Provocar Pérdida De La Tela.
Observaciones del bien mueble
El lienzo está muy dañado, con abolsamientos, chorreaduras, y pérdida parcial de la tela y la policromía. Sumamente opaco.
