Virgen y mártir romana, hija de nobilísima familia, educada en el cristianismo y torturada en la época del Papa Urbano (siglo III). Había consagrado a Dios su virginidad, pero su padre la casó con un joven patricio llamado Valeriano, murió decapitada en su propia casa convertida actualmente en Basílica. La escultura que representa a Santa Cecilia viste túnica y manto de las doncellas romanas, corona de flores sobre su cabeza y una azucena -símbolo de su pureza-, en este caso la imagen aparece con una espiga en la mano derecha y se acompaña de una lira. Los tres dedos de su mano izquierda aparecen rectos, proclamando la Trinidad. Santa Cecilia es conocida en la actualidad como la Patrona de los Músicos y por cantar a Dios durante su matrimonio, mientras los músicos tocaban: "...El día de la celebración del matrimonio, en tanto que los músicos tocaban y los invitados se divertían, Cecilia se sentó en un rincón a cantar a Dios en su corazón y a pedirle que la ayudase. Cuando los jóvenes esposos se retiraron a sus habitaciones, Cecilia armada de valor dijo dulcemente a su esposo: "Tengo que comunicarte un secreto, has de saber que un ángel del Señor vela por mí,... si me tocas como si fuera yo tu esposa, el ángel se enfurecerá y tú sufrirás las consecuencias, en cambio, si me respetas, el ángel te amará como me ama a mí.' Valeriano replicó: "Muéstramelo", 'Si crees en Dios vivo y verdadero y recibes el agua del Bautismo, veras al ángel.' Valeriano accedió y fue a buscar al obispo para que la bautizara. Regresó donde estaba Cecilia vio un ángel de pie junto a ella. El ángel colocó sobre la cabeza de ambos una guirnalda de rosas y lirios..." (Buttler). Su fiesta: 22 de noviembre.
Observaciones del bien mueble
Se ubica en el Retablo de la Virgen de la Soledad.
