Crucifijo sobre una peana de madera de cedro. Sirve como relicario, ya que contiene restos de la Cruz de Cristo, elaborada en pasta y decorada con una guía de guirnaldas en dorado. Tambien lleva la figura de Cristo crucificado, ya muerto, coronado de espinas con la cabeza inclinada hacia la derecha. La expresión de su rostro es de serenidad y tranquilidad: El cendal que lleva puesto es de la misma talla, las rodillas sangran, así como la herida de la lanza en su costado derecho.