San Joaquín

Descripción del bien mueble

A San Joaquín se le representa aquí como a un hombre anciano, de frente amplia, cabello y barba canos. Viste túnica de color verde y manto rojo con ribetes dorados que llega hasta el suelo. Su figura cubre casi la totalidad del cuadro, cuyo fondo de color grisáceo realza el protagonismo del santo. Mira hacia lo que parece ser una paloma, símbolo de pureza, que sostiene con la mano derecha mientras que la izquierda descansa suavemente sobre su costado.
Las únicas referencias escritas que se poseen sobre San Joaquín, el padre de la Virgen María, proceden de los evangelios apócrifos. Su personificación como hombre viejo, sabio y estéril prosigue la tradición del Antiguo Testamento de que es la gracia de Dios lo que permite a estos Santos Varones tener descendencia, ya en avanzada edad.
Hace pareja con un cuadro de Santa Ana con la que comparte características formales. (Ver ficha 06)
Bibliografía: Louis Réau, Iconografía del arte cristiano, op.cit. vol. 3, p. 170.