La tercera caída de Jesús

Descripción del bien mueble

Lienzo de cierre curvo en uno de sus lados. Esto se debe a la ubicación dentro del retablo. Esta obra se encuentra del lado derecho del remate en el cierre de toda la composición y hace contrapunto con la una escena de la Pasión. En el centro se pueden distinguir tres personajes, uno de ellos está en el piso, de rodillas y con el tronco extendido, lleva la cruz. Por el lateral derecho un soldado lo hiere con un una lanza en la expalda. Otro más intenta sacar la cruz para que el primero pueda levantarse. Se trata de la escena de la tercera caída de Jesús que está relatada en el Vía Crucis, es decir en el trayecto de Jesús hacia su Crucifixión. En el centro, Cristo se ha caído, luego de dos caídas anteriores, el soldado de la derecha lo pica como a un animal, de acuerdo con los relatos para esta escena. Más atrás en el fondo, pueden distinguirse la presencia o cercanía de otros personajes y tal vez otra cruz al fondo mostrando su destino.
La obra muestra dinamismo en la com de colores variados, el artista muestra cierto dominio de la composición y de la anatomía.
Esta escena se refiere a una de las estaciones del Vía Crucis donde se lo ve a Jesús en su tercera caída, el cortejo recorría (según los escritos) los espacios más populosos de la ciudad. La cruz se apoya sobre el hombro izquierdo y puede ser de madera lisa o trabajada en cortes circular con nudos, rectangular o poligonal.
Según Héctor Schenone, especialista en arte religioso hispanoamericano, la devoción al Vía Crucis se remonta la siglo XIV, como veneración de los Santos Lugares. Se practicaba recorriendo los olugares fijados por la tradición. Esta práctica fue luego tomada por la Iglesia católica en su conjunto. Se efectua delante de un determinado número de cruces de madera llamadas "estaciones" que pueden estar ubicadas en el interior de una iglesia, como en este caso, o en el exterior. La importancia estuvo puesta tradicionalmente en estas cruces. Sin embargo, las imágenes pasaron a formar parte de esta práctica pues colaboraban en la meditación.
Desde el siglo XVIII y hasta la actualidad el número de estaciones es de catorce. (VER: Schenone, Héctor; Iconografía del arte colonial. jesucristo, Buenos Aires, Fundación Tarea, 1998, p. 245)
La escena donde Jesús cae por tercera vez alude a su progresivo desfallecimiento en su camino hacia el Calvario. Ya cerca del lugar donde había sido enterrado Adán y Abraham quiso sacrificar a su hijo, Jesús cayó de bruces y no podía levantarse por más que los soldados lo hirieran con las lanzas. Numerosas imágenes pintadas y esculpidas representan este momento signado de un profundo patetismo.