Inmaculada Concepción

Descripción del bien mueble

Escultura que representa una figura femenina de pie. Se trata de la Virgen María sobre una peana acompañada por tres querubines. La figura recibe atención por el frente, los detalles puden observarse en manos y rostro, ya que el cuerpo está cubierto por una vestimenta de reciente factura. Lleva vestido blanco con bordados en el pecho y ribetes en la parte baja de la falda, y capa color azul claro de raso. A la cintura un lazo del mismo material que la capa. La escultura es cerrada y frontal. La Virgen separa los brazos del cuerpo y abre un brazo hacia la izquierda. La otra, permanece sobre el pecho. La cabeza se inclina levemente hacia el lateral izquierdo y la mirada se dirige hacia abajo. Lleva aretes, ojos de de vidrio, pestañas postizas y acabado semi brillante en los encarnados del rostro. Está de pie sobre un mundo donde puede observarse una serpiente mordiendo una manzana.
Se trata de una imagen de vestir y puede verse en ella articualciones en los hombros.
Por las características de la imagen, especialmente por estar sobre un mundo con una figura monstruosa, como una serpiente mordiendo una manzana, la pieza puede ser identificada como una Inmaculada Concepción, aunque conserva algunos elementos de una Virgen apocalíptica.
Dentro de la tradición católica se identificó a la Virgen con la idea de santidad. Aunque en las Sagradas Escrituras no se encuentra el privilegio mariano de la Inmaculada Concepción sin pecado, muchos teólogos y escritores eclesiásticos buscaron símbolos en los libros sagrados. El Dogma de la concepción fue aceptado en el siglo XIX, sin embargo la historia de su devoción y doctrina se inició en el siglo VIII.
Concilio de Efeso (431) la doctrina se encontraba contenida implícitamente en la antítesis Eva - María, como la nueva Eva redimida, destructora de la obra del demonio.
Introducción del dogma en Occidente dio origen a diversas controversias que preocuparon a Santo Tomás y San Alberto
Fines del siglo XIII comienza la reacción, varios teólogos se declaran abiertamente a favor de la inmunidad de María, como Ramón Llull.
A principios del siglo XIV dio una respuesta al problema entre la universalidad de la redención y el privilegio de María por parte del inglés Duns Escoto. Estableció la distinción entre redención liberativa y redención preservativa. "De este modo la preservación de la Virgen se "presentó como una gloria esplendorosa de la redención de Cristo" Con esto la Orden Franciscana adoptó la doctrina de manera unánime.
El siglo XV colaboró en la definición dogmática.
El Concilio de Basilea (1436) definió como pia y conforme a la fe la concepción sin mancha de María. El Concilio de Trento defendió la universalidad del pecado original y la universalidad de la redención. Esto significó un paso de gran trascendencia para la definición del dogma y facilitó la adopción casi unánime de la doctrina de los teólogos de los siglos XVI y XVII entre los que se encontraban los de la Compañía de Jesús y algunos dominicos.
La devoción española por la Inmaculada Concepción pasó a la Nueva España. Todos los hospitales de indios estuvieron bajo el patrocinio de la Concepción y desde el siglo XVI existieron hermandades.
Desde 1618 los días 17, 19 y 20 de diciembre se instituyó la fiesta. Se mandó a hacer un estandarte de tafetán azul, de un lado la Concepción del otro las armas de la ciudad, luego debía llevarse a la iglesia para ser bendecida por el arzobispo y luego de procesión por la ciudad. Los gremios de plateros, bathiojas, tiradores de oro y plata, tejedores y algodoneros tenían a la Purísima Concepción como patrona. En los estatutos de la Universidad se mandó en 1645 confirmado en 1649 se haga voto de defender a la Purísima Concepción antes que de cualquier grado. "No obstante la institución votó el misterio públicamente hasta el 26 de agosto de 1652 y su celebración la llevó a cabo el 18 de enero de 1653 (Vetancurt T. III Teatro mexicano. )
Juramento realizado por la ciudad para defender el misterio de la Concepción de Nuestra Señora y jurada nuevamente en 20 de diciembre de 1732. (Francisco del Barrio Lorenzot, Compendio de los libros capitulares de la muy noble, insigne y muy leal ciudad de México (AACdM v. 434 a 438)