Pintura en la que se observa a la Virgen María sentada sobre un pedestal. En su regazo observamos al Niño Jesús. Como fondo observamos un gran árbol; en la parte superior se pintó un diseño a manera de un marco policromado en motivos fitomorfos. En el extremo inferior izquierdo observamos un ángel y a un santo no identificado. La Virgen porta un vestido blanco decorado con flores; encima lleva un manto azul con un prendedor dorado. Porta una corona que enmarca el rostro; con la mano izquierda sostiene flores. El Niño Jesús viste de blanco con manto rojo; lleva una corona en la cabeza; tiene la mano derecha levantada indicando que está bendiciendo; con la mano izquierda sostiene un libro abierto. De escuela europea presenta una gran riqueza en detalles decorativos y no se puede precisar la advocación de la que se trata. Puede o no ser la Virgen de la Merced. La Virgen Sedente o Theotokos, quiere decir madre de Dios, y se puede aplicar a cualquier imagen de la Virgen María, pero especialmente a la que está entronizada, presentando sobre su regazo al Niño Jesús, en la forma que en Occidente se llama también Virgen Majestad. De acuerdo con el rigor dogmático y el estilo hierático del arte bizantino, no se trata de presentar de modo realista el grupo de una madre con su hijo en brazos, sino mostrar a María como trono de la majestad de Cristo. Por eso la Virgen está en posición rigurosamente frontal, con el Niño en igual postura, bien centrado sobre las rodillas de su Madre. Jesús ostenta atributos regios: túnica manicata, corona, rollo o libro o bola del mundo en la mano izquierda, mientras la derecha se alza en gesto de autoridad y de bendición. María, sentada en un escabel decorado, viste túnica y manto, llevando corona sobre la cabeza, más frecuentemente en las imágenes occidentales que en las orientales.
Observaciones del bien mueble
La pintura se encuentra muy sucia y con barnices oxidados, lo que impide una lectura adecuada.
