Recipiente metálico, en forma de vasija con asa. En su parte media superior, se observa una especie de greca repujada con diseños vegetales. Tiene además su "hisopo", que sirve para la aspersión del agua bendita.
El agua - Es el símbolo purificador. Tiene tres formas principales:
Agua bendita - Para purificarnos del pecado venial y apartar al demonio.
Agua consagrada - Se usa para el bautismo. El gran sacramento purificador.
Agua gregoriana - Es agua mezclada con sal, vino y ceniza y se utiliza en la consagración de las iglesias.
Pbro. J. R. Faira, Curso Superior de Religión, Editorial Voluntad, 1942,
pp. 487-488.
"El agua bendita se usa para las purificaciones, exorcismos y aspersiones.
El Papa Alejandro I (107-106) ordenó que se mezclara una pequeña porción de agua con el vino de la consagración".
E. Royston P., Diccionario de Religiones, FCE, 1991, pp. 12.