Pintura de formato vertical ubicada en el primer cuerpo y calle lateral del retablo. La imagen está compuesta en torno a la figura del Niño del cual emana la luz para toda la obra. La Virgen que lo enmarca está ubicada en segundo orden de importancia, a ella se la destaca con una luz en su cabeza que indica su dignidad. Hacia el lateral derecho se ve la figura de José quien dirige su mirada al Niño. A los lados y en el primer plano dos figuras, una masculina y otra femenina se arrodillan frente al Niño con gestos de asombro y humildad. En el segundo plano por la izquierda dos personajes más completan esta composición triangular y escalonada en torno a la figurad e Cristo.
Esta escena también podría ser identificada como una Adoración de los pastores, ya que la escena está rodeada de elementos que tienen que ver con esa imagen en su iconografía tradicional.
La escena fue cambiando a lo largo de los siglos, en los siglos XVI y XVII la escena se hizo más naturalista, los personajes se definieron con actitudes humanas y la divinidad fue subrayada por la presencia de halos de santidad o resplandores y por la utilización de la luz con valor simbólico.
La obra, se asemeja a la que representa el pasaje de la Anunciación, las caras redondas, los pliegues marcados, tal vez ambas piezas hayan perdido calidad en posibles intervenciones.
Observaciones del bien mueble
Atrás, casi imperceptible se observa un animal, burro o buey, y más arriba un rompimiento de gloria con una filacteria en la que puede leerse: "Gloria inex celcis Deo"
