La leyenda precisa que se trata de una alegoría de la Sabiduría Divina. Los símbolos icongráficos presentes en esta figura femenina son un libro cerrado sostenido horizontalmente en su mano izquierda, mientras que con la derecha sostiene un resplandor con una paloma blanca. Sobre su cabeza una lengua de fuego. De lado izquierdo se ve la inscripción: abidu a Divina. Esta pintura está adherida al muro del luneto izquierdo del octavo arco.