Representación que puede entenderse como de "el ángel de la Guarda". En una actitud de dirigirse hacia un sitio que ambas figuras señalan con el dedo índice mientras se miran a los ojos. El dibujo sigue con las características de todo el techo: líneas de color, abiertas y fluídas con las que también se hace una trama para dar la sensación de sombreado.