Pintura en la que se observa al Arcángel Gabriel de pelo rubio y rizado, porta un sombrero de color verde, rojo, blanco, azul y gris; lleva peto dorado y un manto rosa, un ceñidor rojo de donde se sostiene el mango de una espada; en la mano derecha porta un cetro o bastón de mensajero y con la izquierda una palma, llamada palma del paraíso, en alusión al mensaje de la muerte o dormición de la Virgen María. San Gabriel Arcángel, el mensajero del Señor, aparece tres veces como portador de buenas nuevas en las Sagradas Escrituras. En sus apariciones generalmente tiene alas, viste túnica blanca y a veces la estola u otros ornamentos litúrgicos, lleva en la mano un bastón o cetro de mensajero y tal vez una vara de azucenas o un ramo de olivo. Anuncia al profeta Daniel el espacio de tiempo exacto hasta la llegada del Mesías, esto es setenta semanas, lo que equivale a setenta años. Anuncia el nacimiento de San Juan Bautista a Zacarías, acompañando a éste ante el altar en que quema incienso. Muy rara es la representación de Gabriel acompañado por perros y siguiendo a un unicornio que se refugia junto a la Virgen María. Pero la escena más notoria en que interviene es la de la Anunciación, en la que está en pie o arrodillado comunicando a María el mensaje divino, que suele quedar explícito en una filacteria con la inscripción Ave Maria gratia plena. En la infrecuente escena de la Anunciación de la Muerte a la Virgen, únicamente cambia el atributo en su mano, que en este caso es una palma.
