La figura de Jesús se encuentra semi-descubierta con los pies dentro del rio Jordán. Sobre su cabeza vuela la representación del Espíritu Santo. A la orilla del río aparece San Juan Bautista con su cayado en la mano izquierda y en la derecha una concha con agua que vierte sobre la cabeza de Jesús. Al fondo se aprecia un paisaje y dos ángeles que observan la escena.