Es una bóveda de arista, como todas las de las capillas hornacinas. Fue decorada en 1879 mediante casetones y un rosetón en la parte central.
Observaciones del bien mueble
La capilla se encuentra invadida por enormes cajas que la cubren hasta una buena altura, que contienen el archivo de la catedral. Pedro García Ferrer S. XVII; José Manzo Jaramillo S. XIX