Cerradura suelta contenida en una caja de metal, que por medio de una argolla se une para asegurarla. Su origen se remonta a Siria, Grecia y Roma. Los romanos los denominaron "sera". Varían desde la forma de peces hasta los simples cajones o cilindros. Lo más notable de esta pieza de uso en el Templo de San Andrés es su estado de conservación y el de pertenecer al conjunto hecho de estar en un sitio en el que todo es.
Observaciones del bien mueble
CONSERVA LA LLAVE ORIGINAL Y UTILIZA UN ALDABON PARA CERRARSE. ALGUNAS DE SUS PARTES PRESENTAN RELIEVES Y LA CAJA SE ASEMEJA A UN ESCUDO SIMBOLO DE LA FUERZA.