Utensilio litúrgico que sirve para sostener la vela o candela y consiste en un pie o soporte trípode y con decoración fitomorfa, de cuerpo a manera de una columna estípite decorada igualmente, con el portavelas en el extremo superior y una arandela cóncava para recibir la cera derretida.
Generalmente los candeleros de altar deben ser dos, cuatro o seis, excepto cuando se celebraba de pontifical, en que se agregaba uno más. Cuando aún se rezaba la misa de cara al altar, los candeleros se colocaban en el suelo, pero, desde el momento en que se invirtió la posición del sacerdote (de cara al pueblo, según el Concilio Vaticano II -1962-1965-), se pusieron sobre el altar y más tarde sobre las gradillas, que paulatinamente se fueron multiplicando a medida que los retablos aumentaban de tamaño.
Observaciones del bien mueble
Son cuatro candelabros iguales que se encuentran repintados.