Un gran ábaco cubre el machón y la columna que inicia la arquería del claustro. El capitel de Atotonilco se repite: un anillo moldurado con resaques alternados, coronado por pomas isabelinas, finalmente el ábaco se abre decorado por hojas de acanto. En la pilastra, el escudo agustino del corazón atravesado por tres flechas, que se repite continuamente.