Los clavos son circulares, tienen grabado una cuerda en el círculo exterior y pétalos de flor. La aldaba es circular con la forma de de cabeza de león, ya no tiene el batiente. Las primeras aldabas en la Edad Media parece que fueron unos martillitos suspendidos de las hojas de las puertas por la parte exterior. La forma más típica es la de argolla en elaboradas en hierro generalmente unida a una cabeza de bronce. Servían además como tiradores y en las puertas de algunas iglesias eran un signo de asilo que se solicitaba solo asiéndose de ella.