Está decorado con casetones y cuatro pequeños pinaculos.
Detras del asiento para el confesor se conserva un pequeño lienzo pintado a manera de tapiz con hojas y flores, en el que se ve un recuadro no pintado, destinado a una imagen religiosa. Este tapiz permite fechar la factura de este mueble en el siglo XVIII.
Observaciones del bien mueble
Fue recientemnte intevenido deteriorando su apariencia original. Al parecer el lienzo decorado con flores se conserva intacto.