Se trata de un mueble confesonario sencillo a modo de silla alta acojinada en la base, respaldo y coderas con dos ventanas a los lados que van cubiertas de cortinaje. La decoración lateral es a modo de sillares almohadillados.
Este tipo de mueble es un pequeño habitáculo aislado usado para el sacramento de la reconciliación en la Iglesia Católica. En él, el sacerdote oye las confesiones de los cristianos que se acercan a la iglesia. Generalmente se construye de madera. Su primera aparición fue en el Concilio de Trento, convocado por el Papa Pablo III y que transcurrió entre los años 1542 y 1562. En ocasiones lleva una rejilla para evitar que el cura y los pecadores intimaran demasiado.