Se trata de una imagen poco convencional. En en un arco de medio punto se presenta a la Virgen María entre nubes, mirando hacia un cordero, que parece dormido y a Dios Padre que tiene un actitud de movimiento, poco propia, ya que no se trata de una escena de la creación o del Juicio final. Por encima de la cabeza de la Virgen, cinco personajes llevan cada uno en las manos una corona, que parecen querer colocar sobre la cabeza de la Virgen. Los personajes parecen ser los apostoles o algún personaje biblico, por sus ropas.
Es una escena iconograficamente impropia o desconocida, ya que sólo Dios como Rey Universal puede coronar a un subdito. En la evolución de esta imagen, primeramente la Virgen fue coronada por un ángel y posteriormente por Jesucristo o la Santisima Trinidad. En cualquier caso sólo una persona de mayor dignidad o rango puede elevar a otro.
El Cordero dormido o sacrificado simboliza a Cristo, lo que no corresponde a la actitud en movimiento de Dios Padre, además de la ausencia del Espiritu Santo.
La imagen denota un mal manejo del espacio y la iconografía.
