Según las observaciones realizadas in situ, es posible suponer que esta imagen formaba parte del calvario que se encuentra en la sacristía de San Francisco. Toda la imagen es la sensación del dolor y del sufrimiento: hay una sobreabundancia de sangre desde las manos, la cabeza y las piernas; llagas en todo el cuerpo, y una fuerte expresión de sufrimiento en el rostro que se eleva hacia el cielo, implorante y aún vivo.
Observaciones del bien mueble
La cruz de este Cristo es visiblemente más antigua que la figura, posiblemente data del siglo XVII. Tallada en madera, pintada y dorada. Tanto las potencias como la corona que rodean la cabeza de Cristo son de plata del siglo XVIII.