Escultura de Jesús, procesional, de estilo barroco. La policromía en las encarnaciones es sangrante debido a las marcas de los azotes; es una escultura para vestir por lo que lleva una túnica (textil) purpura que la cubre hasta los pies. Es una escultura de cuerpo entero, articulada en brazos, piernas, rodillas y cadera; presenta postizos en el cabello y ojos (vidrio). El Cristo está amarrado con cuerdas a un carro para poder cambiarlo de lugar y posición.
Los Cristos procesionales se difunden a partir de la aparición de la puesta en escena de los autos sacramentales del teatro de los Misterios, promovido por los franciscanos para mover a compasión a los fieles con el sufrimiento de su Redentor. Para este fin se construyeron carros alegóricos con las escenas o estaciones del "camino al Calvario" después llamado "Vía crucis" que en un principio solo eran siete estaciones y que hasta el siglo XVII se convierten en catorce estaciones.
En América estas representaciones no se llegan a hacer con carros alegóricos, solo se realizan esculturas articuladas de Cristo que pueda representar cualquiera de las escenas del Via Crucis.
Observaciones del bien mueble
Le faltan siete dedos, tiene faltantes de capa pictórica y base de preparación en varias zonas del cuerpo.