Cristo flagelado y coronado de espinas, después de haber sido burlado, es consolado por los ángeles. La escena se fundamenta en los Evangelios Apócrifos, que nos dicen que los ángeles recogieron la sangre de Cristo. En la pintura, de gran luminosidad y buen pincel, se ven cuatro ángeles en oración y un coro cierra el círculo que en la parte inferior, en cierta manera, ocupa Cristo. El pintar un ángel de azul, con manto rojo, rompe la monotonía y establece un eje pictórico. La leyenda dice: " ADORAMOSTE Y VENDECIMOSTE DIOS Y SEÑOR DE LA ETERNA GLORIA UN PADRE NRO. Y AVEMARIA POR LAS LAMAS DEL PURGATORIO ADEVOCION DE ANTONIO ENRIQUEZ SU AUTOR SE DEDICO DIA 4 DE ABRIL DE 1786. "