Debido a lo hierático y falta de dramatismo de esta imagen, se le ubica a fines del S. XVI, entre los frecuentes Cristos de caña; tiene algunas heridas y un sangrado moderado. Está montada sobre una cruz barroca, pintada con los signos de la Pasión y viste un cendal moderno.
Observaciones del bien mueble
Con un sentido museográfico se colocó el Cristo al fondo del ábside sobre un bastidor rojo almagre. Aparece enmarcado por el ciprés, lugar que se le asignó para que fungiera como remate visual desde la nave.