Imagen principal
Clave del bien mueble
MX-SC-DGSMPC-BM-000089-000033-000
Número de Cédula
33
Tipo de objeto (texto)
Escultura
Tipo de objeto
Nombre o título del objeto
Cristo en la Cruz
Inmueble de pertenencia
Nombre del Inmueble
San Jerónimo Lídice
Autor
Anónimo
Época
S. XVIII
Siglo de creación
Descripción del bien mueble
Cristo en la cruz, o la Crucifixión, es el tema central de la iconografía cristiana. Según la fé, su imagen debe imponerse en el pensamiento de todo cristiano como figura del sacrificio del Hombre Salvador y garantía de la salvación del genero humano. Su representación varió mucho a través de los tiempos. reflejando la evolución del sentimiento religioso. Cristo en calidad de ciudadano romano hubiera sido condenado a la decapitación; pero le fue inflingido el castigo que correspondía a los esclavos fugitivos o el de aquellos que se revelaban contra su patrón: la crucifixión. Esta forma de suplicio era esencialmente romana, aunque de origen persa; nación donde había sido creado con el fin de que el condenado no contaminara la tierra consagrada a Ordmudz. El uso de este sacrificio se hizo extensivo al pueblo fenicio de donde posteriormente pasó a Cartago y de allí a Roma. El derecho judío no conocía la crucifixión como pena de muerte, sino como una pena añadida después del momento de la expiración. Todos los ajusticiados eran considerados como seres malditos ya que: "...todo el que cuelga de un madero es maldito de Dios" (Deuteronomio XXI, 23). Este especial concepto religioso judío de considerar al crucificado como maldito de Dios. da la pauta para entender el por qué eligieron para Cristo la muerte en una cruz. Era costumbre entre los romanos fijar el Titulus en la parte superior del madero. En el caso de Jesús. debido a que Pilatos anotó en sus archivos: "...se tenía por rey de los judíos" se anotaron en la tablilla las siglas INRI. Por su parte Juan precisa: "y estaba escrito en hebreo, latín y griego" (Juan XIX, 20). Es posible que Cristo no fuera crucificado desnudo, como era regla entre los romanos y como lo creyeron los santos padres. Quizá en Palestina, los romanos trataron de respetar aquella ley judaica que mandaba que el condenado vistiera un lienzo a la cintura. La tradición cristiana ha admitido siempre que Jesús fue clavado a la cruz; sin embargo, sólo Lucas y Juan -en los relatos de la resurrección- hablan de las señales dejadas por los clavos. Otra costumbre judía para apresurar la muerte de los crucificados consistía en romperles las piernas consiguiendo con esto abreviar el suplicio. Sin embargo, esto no sucedió con Jesús pues los sayones vieron ya en él los signos de la muerte; no obstante, uno de ellos insertó una lanza en su costado, lo cual en esta ejecución constituyó el golpe de gracia (Juan XIX, 28-37). En esta imagen Cristo está representado con los ojos y la boca entreabiertos expresando agonía. Lleva la barba tallada en madera y el cabello natural. Está clavado en la cruz con sólo tres clavos -un clavo para ambos pies-.
Observaciones del bien mueble
Fue repintado. Los ojos son de vidrio. La peluca y la corona de espinas con tres potencias son de reciente factura. Tiene sobrepuesto un cendal también de reciente factura. La cruz no es la original, es de madera tallada con la cartela de INRI en madera policromada y dorada, del siglo XX. Los clavos son de metal dorado. La escultura se encuentra en la calle central del remate del Retablo de San Jerónimo (Cédula No. 25).
Materiales constitutivos
madera, pintura, vidrio, fibras naturales, metal
Técnica de manufactura
Tallada y policromada con incrustaciones de vidrio
Alto 1
0
Ancho 1
0
Profundidad 1
0