Talla de buena calidad en los detalles aunque deficiente en cuanto al manejo anatómico de la posición del cuerpo.
La pieza se singulariza por la posición de la cabeza y la mirada del Cristo, lo cual nos remite al pasaje bíblico en el que, previo al último suspiro, Jesús exclamó: "Todo está cumplido". San Juan 19:29.