La cubierta de la capilla de san Francisco, a diferencia de las otras, es más bien curva y se remata con una modesta cruz en cantera; sus caras se decoran con monogramas, sus aristas se adornan con el cordón franciscano anudado, y presenta una elaborada cornisa formada por cadenas entrelazadas y labradas como escultura de bulto. Finalmente, en una de las esquinas de la cornisa podemos observar la escultura de un personaje arrodillado que viste el hábito franciscano.
Observaciones del bien mueble
Presenta faltantes en la cornisa y faltan las demás esculturas originales.