La escena ha sido muy representada. Cuando Francisco murió en 1226, pidió ser enterrado en el cementerio de los criminales de Colle d'Inferno. Sin embargo, los frailes lo llevaron al día siguiente en procesión a la iglesia de San Jorge, en Asís. Ahí estuvo depositado hasta después de dos años de la canonización. Ahí lo encontró, incorrupto, el Papa Nicolás V y este es el momento que narra la pintura. El cadáver del santo está parado, con los ojos abiertos, mientras que el papa y su comitiva han caído de rodillas ante el hallazgo. La pintura pertenece a la serie de cuadros que está dispersa en distintas dependencias de esta iglesia. Sería más que interesante restaurarla y exhibirla de manera conjunta.
Observaciones del bien mueble
El cuadro se encuentra en mal estado de conservación. 0959.