La peana,junto con el fuste con empuñadura, también llamado nodus y macoya, son del siglo XIX, ya que se puede leer en la parte inferior de la peana la fecha de 1840, mientras que el ostensorio y la lúnula son del siglo XX. Interesante resulta observar los elementos que están distribuídos a manera ornamental en toda la pieza. El ostensorio está diseñado, tal y como lo hacían en la época barroca; potencias helicoidales que semejan espadas flamígeras y puntas laminadas que simulan destellos de gloria, sin embargo, dentro de esta situación artesanal, resulta gracioso encontrar los seis medallones trabajados con técnica de serigrafía y que no responden a ningún discurso iconográfico coherente. El fuste es liso, solo sobresale la macoya que lleva incrustadas piedras de color rojo. La peana tiene la forma de trébol de cuatro hojas y en cada una de éstas, se sostienen ángeles talares postrados de hinojos y orando; las patas o sostenedores de la pieza muestran a cuatro dragones o quimeras. Lo polilobulado en la forma de trébol de cuatro hojas, asi como los dragones que sobresalen y la concepción ornamental de la pieza, nos marcan una clara influencia del neogótico que estaba en boga en esa época.