Imagen principal
Clave del bien mueble
MX-SC-DGSMPC-BM-003822-000051-000
Número de Cédula
51
Tipo de objeto (texto)
Custodia
Nombre o título del objeto
Custodia
Autor
Anónimo
Época
S. XIX
Siglo de creación
Descripción del bien mueble
Custodia con patas en forma de hojas que avanzan sobre la base. La base circular está dividida en cuatro sectores en los que se trabajado figuras vegetales que asemejan a una vid y se les ha incrustado pedrería. El astil muestra un nudo circular y con pedrería. El sol de rayos rectos y zigzagueantes tiene una base de volutas con hojas e incrustación de pedrería. Estilo ecléctico del siglo XIX ó XX.
Las custodias son objetos creados para exponer la Eucaristía dentro y fuera de los templos para la adoración de los fieles. Esta costumbre tuvo su origen a mediados del siglo XIII, especialmente desde la institución de la celebración de la fiesta de Corpus Christi en 1264, cuando la hostia era llevada en procesión por el propio sacerdote. En un inicio el pan consagrado no se colocaba a la vista de todos, se ocultaba cuidadosamente en un copón, dentro de una imagen de Cristo resucitado, de la Virgen María con el niño en brazos o bien dentro de un cordero llevado por San Juan Bautista. Posteriormente, pequeñas aberturas cubiertas de cristal o de piedras preciosas transparentes permitieron ver la hostia. Entonces se introdujo la lúnula o media luna formada por dos hojas metálicas entre las que se colocaba una parte de la hostia para que fuera vista por todos. Entonces recibió el nombre de mostrance y así se le conoció en Francia hasta el siglo XVIII.
Las más abundantes fueron las "portátiles" y dentro de éstas las más comunes desde el siglo XVI son las custodias de sol, llamadas así porque la caja en donde se expone la Eucaristía evoca con sus rayos la forma del astro solar, imagen de Cristo.
En Nueva España las custodias de la primera mitad del siglo XVII, definieron sus esquemas formales, manteniendo estructuras manieristas y un lenguaje ornamental propio de este estilo, donde las finas labores punteadas de abstracción naturalista y geométrica se alternan con cabezas de angelitos fundidos y sobrepuestos, además del uso de esmaltes adornados o espejos bruñidos.
Durante el siglo XVIII, los talleres poblanos desarrollaron y consolidaron un modelo de custodia que se extendió al resto del virreinato. Consistió en la inclusión en el astil de una figura escultórica y en el sol los rayos triangulares calados remataban en angelitos con las alas desplegadas. Así mismo se tenía la costumbre de adornar las piezas y los viriles con piedras preciosas. Se piensa que a principios de siglo los rayos se remataban todavía en estrellas y no en angelitos como sucedió a partir de 1720.
Observaciones del bien mueble
Véase:
Esteras Martín, Cristina. "Platería virreinal novohispana siglos XVI-XIX" en El arte de la platería mexicana: 500 años. México, Centro Cultural de Arte Contemporáneo, 1989. Pp. 79-119.
Esteras Martín, Cristina. "Plata y platería, fortuna y arte en América Latina" en Revelaciones. Las artes en América Latina, 1492-1820. México, Fondo de Cultura Económica, 2007. Pp. 182-228.
Lesage, Robert. Ornamentos y objetos litúrgicos. Andorra, Casal I Vall, 1959.
Materiales constitutivos
Bronce
Técnica de manufactura
Fundido, Cincelado
Alto 1
0.65
Ancho 1
0.32
Profundidad 1
0.05