Vaso litúrgico, metálico que presenta la forma clásica de un sol que en su parte superior va rematado con una cruz latina colocada sobre una pequeña cabeza de angel con sus alas extendidas. La cruz, de sección romboidal, remata sus brazos y cabeza en forma torneada. Este sol tiene al centro su lúnula, receptáculo para la hostia consagrada. Se coloca este conjunto sobre una pequeña columna que abre en un pie de forma cilíndrica decorado con formas de gemas y diseños vegetales.
Custodia: Vaso sagrado en que se expone públicamente el Santísimo, ya en el templo, ya en las procesiones(1). "Simboliza gloria, espiritualidad, iluminación -luz espiritual-, todo ello representado por ese sol cuyos rayos son alternativamente rectos y llameantes. En alguna ocasión, surge el sol como sucesor directo e hijo del Dios del Cielo... Hereda uno de los atributos morales de ese Dios: Lo ve todo y en consecuencia lo sabe todo... (2)
(1) Pbro. J. R. Faría. Curso superior de religión, Editor Voluntad, 1942, p.481.
(2) J. E. Cirlot. Diccionario de símbolos, 1978, pp. 416-419.