Se trata de la figura de Dios Padre representado como un hombre barbado de mediana edad, contrario a la imagen que lo presenta como un anciano. Va ataviado con investidura pontificia, con tiara y capa pluvial encarnada. Lleva los brazos abiertos, con la mano derecha probablemente estaría bendiciendo. El medio cuerpo del personaje se asienta sobre un banco de nubes y querubines, o acorde a las jerarquías angélicas debieran ser tronos.
En la espalda lleva un detalle en forma de escudo pero sin elementos aparentes.
Observaciones del bien mueble
Probablemente remataba algún retablo.
La escultura presenta faltantes de capa pictórica y de partes de material. Se encuentra sucia.