Se trata de dos fragmentos de alerones o guardapolvos que formaron parte de un retablo barroco clasicista; cada tablón presenta cuatro pinturas de forma oval con la representación de ángeles de medio cuerpo que portan símbolos de la Pasión; las pinturas se alojan dentro de cartelas manieristas, en tanto que el resto de la decoración de los tablones es de poco relieve, formada por roleos enlazados simétricamente.
Observaciones del bien mueble
Las pinturas ovales fueron ejecutadas directamente sobre el tablón.