Pintura en la que se representa a Jesús de pie, de tez blanca, cabello largo y ondulado, así como barba y bigote castaños y con la mirada hacia abajo. Viste únicamente un cendal blanco. Las manos las lleva cruzadas sobre el pecho.
Se encuentra metido hasta las rodillas en el agua del Río Jordán. Juan Bautista, en la orilla, se encuentra con una rodilla flexionada, también con tez blanca, cabello, barbas y bigotes castaños y rizados, la cara muy parecida a la de Jesús, a quién mira, mientras con la derecha le derrama agua sobre la cabeza con una concha. Con la otra mano sostiene una cruz latina, larga y delgada, que lleva una filacteria enrrollada en ella, en la que esta inscrita una leyenda. Además, con esa misma mano, esta señalando, con el dedo índice, a Cristo, haciendo alusión a las palabras que el mismo Juan dijo: "Este es el cordero de Dios" (Jn 1, 29). Juan viste túnica corta (que simula ser de piel de camello), en color azul-grisaceo y manto rojo. La escena aquí representada es el bautismo de Cristo (Mc. 1-9), de la parte superior bajan unos rayos hacia Jesús, el paisaje consiste en un río (el Jordán), en cuyas orillas hay algunas plantas y en las cercanías árboles.
