Pintura al óleo sobre tela que representa al EvÁngelista San Marcos. En la composición se le ve observando la pluma de oca con que estaba escribiendo el texto, sobre el libro abierto que está sobre su escritorio. La cabeza está muy bien lograda, con una hermosa barba y ojos vivos; el vestuario es predominantemente café y a sus pies a la derecha, se encuentra el león. El fondo es negro. Esta pintura es la segunda de una serie de cuatro dedicadas a los evÁngelistas. serie que se ubica en los muros diagonales de la sacristía, que según el sacristán y otros integrantes de la comunidad jesuíta que administra el lugar, se pueden atribuir a un pintor jesuita, conocido como el padre Carrasco.